miércoles, 24 de noviembre de 2010

MI AMIGO EL CARACOL

Me siento tan identificada con ese animalillo, pequeño, escurridizo y... pobre mío, siempre cargando con una mochila. ¿Será su propia vida?.

Me resbalo traquilamente entre las cotidianidades de mi vida, me dejo llevar, no estorbo al devenir de los acontecimientos, es más en alguno de ellos participo animadamente. Pero... hay de mi, en otras ocasiones me escondería, me pondría no una concha sino una losa para que nadie pudiera escudriñar en mí y en mis sentimientos.

Arrastraré mi concha lo mejor que pueda, unas veces más lubrificada que otras, pero de verdad, llevaré ésa carga con sólo un bagaje en ella, el amor, el cariño tan sincero y profundo de todos aquellos que me habéis acompañado.

Mi existencia será un recorrido lento y parsimonioso pero estará enriquecido por todo aquello que haya podido experimentar, por todos aquellos que me habéis abrazado, besado, y querido. Mi concha siempre recogerá todo esto y más, mucho más...tenemos mucho tiempo, tenemos todo el tiempo del mundo.

1 comentario:

  1. Sabes? Siento que yo me parezco a ese animalito también, cuando me siento triste, asustada, preocupada, desearía tener una concha para esconderme en ella y que nadie me vea, pero con tu comentario me doy cuenta que debería tenerla, pero para llenaría de cosas positivas, de los buenos deseos, buenos sentimientos y lindos recuerdos y así olvidar los malos momentos, ya que siempre tendría sobre mi esa concha llena de grandes cosas.
    Un beso fuerte y se que al igual que yo muchas mas personas extrañamos tus escritos.
    Dios te siga bendiciendo.

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