Amor mío, que dulce sentirte entre mis brazos,
acariciar tu tibia piel,
hoy, siempre.
Trocito mío vertido en llanto,
amor escondido en las tinieblas de mi mente.
Pajarillo tímido de alas aún blandas,
yo haré de ti
hoy sueños escondido,
lo grande, lo bello.
Cuando ausente en mis recuerdos, te miro
descubro en tu sonrisa,
lo que yo mas amo
la vida, tu vida.
No dejes de sonreirme,
tu eres lo mas hermoso que hay de mi,
eres amor nacido ded mi amor.
Eres para mi,
sueño hecho realidad.
Hoy te veo, te siento, te miro y me recreo.
Pienso con tristeza,
cuando tus alas endurezcan,
y vueles alto, lejos.
Pero siempre mi amor quedará contigo,
y seguiré amando tu recuerdo,
en el llanto de tu ausencia.
Para el amor de mi vida, mis hijos Alejandra e Ignacio, lo mejor y mas grande de mi vida.
Gracias
ResponderEliminarAhora ya no me queda duda, sabía que tenías alma
ResponderEliminarde poeta.
Esas palabras sólo salen del corazón de una madre, de una madre que ama a sus hijos y reconoce que los hijos son trozos de nuestro corazón fuera de nuestro cuerpo.
ResponderEliminarEres una excelente persona, con un gran corazón.
Te admiro mucho!!
¿Volar lejos? Vuelo alto, muy alto... como tú me has enseñado... Nunca lejos.
ResponderEliminarTe quiero mucho
Grandes palabras, grandes sentimientos y MUCHO AMOR INCONDICIONAL. De una GRAN PERSONA y MADRE a sus queridos hijos, uff casi na. Besines, Javier
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