jueves, 16 de septiembre de 2010

LAS MANOS

Siempre he admirado y me han llamado la atención unas manos bien cuidadas.Seguramente porque tuve una abuela (materna) y tengo una madre que además de otras muchas cualidades habría que destacar la belleza de sus manos. Yo no lo he heredado salgo a la rama paterna. Manos que en el primer caso sirvieron para hilvanar, coser, limpiar, guisar, para secarse esas lágrimas derramadas en la guerra, en que las pérdidas y el dolor eran frecuentes. Además de para acariciar a sus hijas, acurrucarlas a ellas y luego a sus nietos. Manos que un día dijeron adiós, manos que fueron las primeras caricias de mi infancia y también porque no de los primeros "moquetes" como decían ellas.

Ayer temblaron tus manos y hoy tiemblan las tuyas mama, pero no por eso han dejado de ser tan bellas, aún con ese temblor que os impedía e impide hacer tantas cosas , siguen siendo las Manos que amé, las Manos que amo, con su belleza tan particular.

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