lunes, 11 de octubre de 2010

ALUBIAS BLANCAS ESTOFADAS

Siempre he hecho en casa la típica Fabada, por supuesto nunca igualable a la que hacen en Grao, ya lo sé soy consciente de ello.

Ayer decidí siguiendo las indicaciones de mi "chico" en hacerlas estofadas. Allá que me fuí a meterme de lleno en hacer algo que nunca hago y es la legumbre estofada, pero como por naturaleza soy valiente me puse de lleno a hacerlo.

Todo fue bien hasta que noté cierto olorcillo que salía de la cocina, olorcillo prontamente reconocido por mí, en: "Algo se está agarrando en la cocina"...Fui como loca a apagar la vitro e hice todos los esfuerzos que estaban en mi mano para que las narices del muchacho que vive conmigo no lo olieran, cosa bastante fácil, pués narices tiene, pero oler lo que se dice oler no huele ni a una mofeta metida en su cama.

Conseguido ésto, inmediatamente la tarea era limpiar la olla de cualquier resto que delatara mi tremenda fechoría, cogí mi arma preferida o sea el estropajo de alumnio y me dispuse, como buena ama de casa que soy, a no dejar ni un sólo resto de mi estropicio y francamente lo conseguí, además a las las judias no les ha quedado ni una sólo mota del desastre.

Veremos hoy cuando se las coma, seguro que ni se entera, ya he procurado yo que esto suceda.

A todo esto me ha venido a la cabeza, cuantas veces en mi vida se me han agarrado las cosas, se me han agarrado algunas personas, y por supuesto cuantas veces he tenido que coger mi estropajo de aluminio imaginario(con el que siempre cuento) y frotar, frotar con fuerza para que se despegaran, esos restos que no me pertenecían que no eran para mi. Eso sí han sido un espectacular aprendizaje.

Siempre he salido con éxito de esto, creo que soy una buena ama de casa.

1 comentario:

  1. Qué grande eres!!
    Me gusta la foto nueva del blog, estás guapa.
    Besitos.

    ResponderEliminar